lunes, 14 de junio de 2010

Voces/ Prensa

Un teatro con vitalidad
"Woyzeck", un cruce entre la ficción y la realidad cordobesa



Otra cara, otra historia

Una experiencia particular que se suma al festival es "Woyzeck ¿quieres ser más que polvo, tierra, lodo?", a partir de "Woyzeck", de George Büchner. La propuesta cruza espacios, estilos y hasta creadores. La idea y dirección son del alemán (residente en Córdoba) Roland Brus, la dramaturgia es de la cordobesa Ana Yukelson, el protagonista es el actor santafecino Daniel Vitale y el video está producido por otra alemana, Lili Tezner.
El proyecto se desarrolla en el Hospital de Clínicas, un ámbito magnífico por su enorme construcción y su trabajo de servicio en la comunidad. Además un lugar cargado de historias y por la historia. Este fue un foco de resistencia de los estudiantes en tiempos del Cordobazo -en los 60- por ejemplo. Allí, en sus túneles, se dice que se refugiaron miembros del ERP en los años 70. Y si vamos más atrás, en ese mismo lugar el médico Pedro Ara, el mismo que embalsamó el cuerpo de Eva Duarte, realizó algunas experiencias de la misma índole. Concretamente embalsamó la cabeza de un mendigo que día tras día pedía limosnas en la puerta del hospital.
Roland Brus saca a Woyzeck de la estructura de Büchner y lo traslada a ese hospital. Junto a los espectadores el personaje recorre las instalaciones y va develando miserias y virtudes de unas épocas de esplendor y las enfrenta con las crisis contemporáneas. Ingresar en cada espacio del hospital es conmovedor, a veces, como cuando se visita el Museo de Anatomía o las salas de disección de cadáveres. Actores, médicos y estudiantes de medicina acompañan en el trayecto y también participan de las acciones. El propio director de la institución, César Aranega, juega con Woyzeck algunas escenas.
Woyzeck, considerado por los alemanes como el primer proletario que llega a escena, se ubica en esta Argentina como posible cobayo de prueba para servir después al poder. Acaso ¿la cabeza embalsamada de aquel linyera en manos Ara no fue un paso determinante para que Juan Domingo Perón llamara al médico y le propusiera embalsamar el cuerpo de su esposa muerta?". Con aquella cabeza en escena -hoy pieza de museo- se cierra el espectáculo y, sin dudas, se abre la historia.

Carlos Pacheco, LA NACION











Sobre los que son nadie en un país

Una de las propuestas teatrales más atractivas que ofrece la grilla del V Festival Internacional de Teatro Mercosur es la versión del joven director alemán Roland Brus de Woyzeck, de Georg Büchner, un clásico del siglo XIX presentado a modo de recorrido por el interior del Hospital Nacional de Clínicas de la capital cordobesa.

Cecilia Hopkins, Pagina 12


Los múltiples rostros de una fiesta teatral

En esa misma línea, donde el documento irrefutable puede entablar diálogo con la ficción más imaginativa, se anotó otra experiencia formalmente muy lejana a aquélla. Una puesta del “Woyzeck” de Büchner en el mítico, descascarado y apasionante Hospital Nacional de Clínicas. “Woyzeck: ¿quieres ser más que tierra, polvo, lodo?”, tal el título completo del espectáculo dirigido por Roland Brus, es una co-producción cordobesa-alemana. Supone una experiencia multidisciplinaria, que inquieta con datos científicos, apuntes biográficos e ironías políticas.
El espectador, en tránsito durante casi dos horas, es guiado por los andariveles de la duda y el morbo, en tanto el pobre Francisco Woyzeck (en la muy buena performance de Daniel Vitali), empleado multiuso del hospital, nos conduce simultáneamente hasta el clímax de su desgracia. Hernán Rossi, jugando al guía hospitalario, se erige sobre una extraña virtud: la de disimular su condición de actor con una estupenda actuación.
Aún cuando la historia de Woyzeck por momentos se debilita (sobre todo durante los juegos dramáticos con su mujer María), el recorrido no deja de ser apasionante, con un final a la altura del sitio escogido, del título elegido y de las dos líneas narrativas que en buena parte se habían mostrado paralelas e indiferentes entre sí.

Fausto J. Alfonso, Diario de los Andes


















En los pasillos, salas de disección y jardines del Hospital Nacional de Clínicas, el director alemán Roland Brus concretó en Woyzeck, ¿quieres ser más que polvo, tierra, lodo?, una inquietante adaptación del texto de Georg Buchner aludiendo también a la historia de la institución y a las luchas políticas generadas en su interior.

Cecilia Hopkins, Pagina 12


Viejos hospitales

Dos puestas en escena coinciden en espacios de características similares: hospitales, viejos hospitales. Durante el Festival Internacional de Teatro del Mercosur, 57 beds, la obra que dirige la danesa Signa Sorensen, y Woyzeck, la versión del alemán Roland Brus, toman como escenario al Hospital Español y el Hospital de Clínicas, respectivamente (...)

Mientras tanto, el proyecto de Brus, que ya conocimos meses atrás en el Clínicas, mezcla varias líneas: el presente activo de la institución con el edificio decrépito; los datos sobre el Museo de Anatomía, el mendigo embalsamado y la ficción de la obra teatral de Georg Büchner, repartida en pabellones y patios.Brus también alude al barrio de la revolución estudiantil, a la épica del lugar. Coincide con 57 beds en el carácter de performance y la relación con el público, planteada con un espacio de exclusión virtual, el que queda entre el intérprete y la respiración del espectador. La crítica del sistema de salud no se enuncia en Woyzeck; es un agregado que el público pone junto al juego de esa historia del peluquero que mató a su mujer; al “Francisco” que realiza todo tipo de tareas en el hospital.
Al entrar al Español, la impresión es otra. Las ruedas de la fortuna de Sorensen cambiarán la fisonomía de ese lugar abandonado, el anciano que, se intuye, alguna vez fue bello y próspero. Córdoba descubre espacios gracias al arte.
Muchos caminan las galerías del Clínicas, pero es un espacio que cobra nuevo sentido cuando el equipo del Instituto Goethe arma las postas de la historia, desde el hall de entrada a los antiguos piletones de disección.
Sorensen y Brus se apropian de lugares históricos y obligan, tangencialmente, a realizar un ejercicio de la memoria. La anécdota de la representación resulta efímera, si se la compara con el enorme beneficio para el espectador que participa en una historia mayor, con sólo caminar sobre las baldosas gastadas.

Beatriz Molinari, La Voz del Interior


Woyzeck y su tango de hospital

En la mejor tradición del teatro documentario el personal del hospital cuenta la historia de Woyzeck. El pobre soldado de Büchner, Woyzeck, dominado por fuerzas ajenas, explotado, perseguido, tirado a la tristeza de una realidad sudamericana de hoy...

Un guía, una visita por el hospital argentino Hospital Clínicas en Córdoba. Woyzeck tratado como drama de muchas estaciones, donde un público de aproximadamente 50 personas recorre los senderos del edificio que poco a poco se derrumba, el revoque se está cayendo de los techos lentamente, el equipamiento técnico parece ser completamente anticuado, y puede pasar que en los baños uno es recibido por un sapo saltando del inodoro. Hoy queda poco para advertir del hecho que antes este hospital era un espacio de medicina y ciencia internacionalmente reconocido. El Woyzeck de Georg Büchner como ayudante de un hospital que está en el mismo estado de decadencia que el país.

Deutschlandfunk, Kultur heute, Alemania






Un homenaje al humanismo de la medicina

La recreación del mundo de Woyzeck resultó anoche una vital experiencia (...) La versión local de la famosa obra de Georg Büchner resguarda su hondo dramatismo y profundo sentido humano.
El Coro del hospital aporta su canto a la puesta. Y es una buena sorpresa la clase del doctor César Aranega (director del hospital), conjugando buena actuación y convicción en su rol de profesor.
El recorrido a través de las distintas estaciones va acumulando lentamente una tensión dramática que se libera al final...Ese final es un descubrimiento para el espectador y una posibilidad de reencontrarse con un material de su ciudad, en un contexto artístico, siempre novedoso.

Verónica Molas, La Voz del Interior



Nuestros Woyzecks

Las escenas en el viejo hospital escuela (...) son una bocanada de teatro político que nos hace reflexionar sobre el lugar de la salud pública hoy. Una puesta con un estilo de profunda introspección psicológica y filosófica que hace que cada espectador busque en su interior y pregunte sobre su existencia.

Carolina Klepp, SOS País










Aventuras de un alemán en el Hospital de Clínicas

Lo interesante es que para la recreación de esta producción que se estrenará en Córdoba, y que cuenta con el auspicio del Instituto Goethe, sus realizadores y participantes partieron de una serie de cuestionamientos sobre quiénes serían, en nuestro país, los “Woyzeck” de hoy, llegando a interesantes conclusiones que nos permiten indagar sobre la naturaleza humana desde diversas perspectivas, con un estilo sugerente y realista.

Fernanda Pérez, La Manana













La obra que bajo el hedor de la morgue va en busca de interpelaciones esenciales...

Participar en ella –ir a verla y verse inmerso en un paisaje de espanto sin nunca llegar a saber qué es lo que realmente está pasando alrededor- enfrenta al espectador a la trágica pregunta que moviliza la dramaturgia de Roland Brus y que se oye como un susurro al fin inevitable: “Y tú, ¿quieres ser más que polvo, tierra, lodo?”.

Emanuel Rodríguez, Clarín Cultural Ñ, Buenos Aires


Georg Büchner - esa criatura maltradada - ese Woyzeck, que finalmente mata en su locura, de una puñalada, a su María. Woyzeck, como habitante de una Argentina que se encuentra completamente derrumbada desde la crisis económica del 2001.

Woyzeck como ayudante de un hospital que está en el mismo estado de decadencia que el país. Woyzeck que limpia los pisos y las ventanas, que pasa con una camilla por el pasillo. Woyzeck que se acerca por uno de los patios con ese raro caminar como si fuera perseguido.


Todavía es auxiliar en esta planta aunque ya podría ser uno de los cadáveres expuestos aquí para examinar. Un marginado, un loco, un asesino de su María, uno que habían confinado a psiquiatría, y en el momento de su muerte no se presentó nadie para enterrarlo, uno que ahora se convierte aquí en material, en carne de la cual se puede aprender. "Los muertos les enseñan a los vivos" está escrito en latin en el dintel de la sala.

Pero todavía este Woyzeck está vivo, observado tanto por el público como por los estudiantes y su profesor Aranega, el director del Instituto de Anatomía, que hace ahora del doctor de Büchner.

Esto es lo que convierte el teatro de Roland Brus en algo especial. Brus incluye las biografias de sus actores, sobre todo de los no-actores, y - modificando este material biográfico - nunca se pierde en un gesto consternado. En el proceso lo último que trata de hacer es convertir por la fuerza a los no-actores en actores amaestrados, sino todo lo contrario. Justamente en su desconocimiento actoral Brus les deja ser lo que son: personas.










Brus trabaja con documentos, con intervenciones de video, con sonidos originales comprobando así el carácter realista de su teatro. Al mismo tiempo, el director busca lugares ejemplares, que por su propio emblema provocan más historia e historias en la conciencia del espectador de lo que jamás podría lograr un decorado de escenario convencional. Una cárcel, una colonia de huertas familiares, un banco sanguíneo en Berlin o - ahora - un hospital en Argentina.

Sven Ricklefs, Bayrischer Rundfunk, Kulturjournal, Alemania.

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